Recuerdo a St. Christopher con un cariño muy especial.

Aquellos primeros singles en el sello Sarah, una microscópica compañía de discos de Bristol que dio a luz gran parte del mejor pop gutarrístico de principios de los 90 en las islas.

Hoy, estábamos escuchando en Discosamsterdam algunas de las reediciones de sus discos y siguen tan frescos, tan elegantes y tan encantadores como en aquellos comienzos de década, donde la inspiración y la inocencia se daban la mano con ternura.
Deliciosos…