Nada como la esperanza.

Kerouacs fue un grupo fantasma francés que publicó dos singles en España, cantados en castellano. El primero de ellos estaba dedicado al festival de la isla de Wight, al sur de Inglaterra, en 1969, un acontecimiento de expansión y libertad sonora que convulsionó a la estricta rigidez británica y se emparentó con pensamientos maravillosamente lunáticos de americanos enfrentados a la sinrazón bélica.

Cuando escuché este single yo era un mocoso gamberrete al que le habían inoculado el veneno del rock ‘n’ roll, bendito veneno que me ha librado de la alienación social que vive el mundo durante décadas, a pesar de que salpicarme, me salpica (posiblemente me corrompa en pequeños instantes que intento evitar). La canción es tremendamente naif, pero bonita a rabiar, nos define en esa esperanza que, ahora mismo, zozobra en nuestro mundo de bienestar; lejos de empatizar con ese otro mundo que ni siquiera tiene el poder del arte para poder sobrevivir.

Y yo, desde este humilde recodo, os insto a que formemos todos y todas parte de un organigrama nuevo, el de los sentimientos positivos, el de las melodías sanadoras, el del apoyo desde la distancia a todos los que de verdad hacen de nuestra tranquilidad un eslabón más para conseguir esa esperanza que está ahí a la vuelta de la esquina y para ellos los recuerdos bellos nos traen a la memoria canciones como ésta.

Dylan es Dylan, viva Donovan… es como una luz, en la oscuridad..

Buenas, muy buenas vibraciones, amigos y amigas, hermanas y hermanos, brothers & sisters. Love is all you need!