Siempre me ha intrigado la intención declaratoria de Etta James cuando proclamaba aquello de «I Just Wanna Make Love To You».
¿A que se refería? ¿era la eterna dicotomía entre el amor y el sexo? No lo sé a ciencia cierta, pero de cualquier forma, entre hacer el amor y amar, en muchos momentos hay una distancia muy corta y, si me apuráis, confundible.
Es posible que el deseo supere la realidad y en las canciones precisamente eso hace que seamos conscientes de que es el propio deseo el que confiere a la canción una densidad de realidad que no tiene. Pero es una consecuencia de la música negra en general, una pasión desatada que culmina en una canción sobre sexo y sobre amor, o ambas cosas, pero bajo un prisma absolutamente racial. Los blancos son más hipócritas, prefieren ocultar la verdad de sus instintos y solo se entregan en algunos instantes determinados, al contrario que otras razas, uhmn, digamos más viscerales.
Desear es algo apasionante, desear a una persona es mucho más apasionante y dedicarle una canción como esta es una incitación al vértigo, una declaración en toda regla; nena, deseo hacer el amor contigo y naufragar en tus brazos, con los que sueño y me derrito. No olvidemos que esta canción, a pesar de estar interpretada por una mujer, fue escrita por un hombre.
Buenas vibraciones!