DISCO DEL DÍA (269) Las experiencias furibundas que llegaban de Seattle salpicaron también las islas británicas, también en Europa se descubrió el grunge como una vía de escape al ostracismo en que el punk había caído, perdiendo parte de su esencia. En la localidad de Derby se formó un power-trío con estas características; energía, rapidez, melodía y actitud, un compendio de saturación sónica que ya estaba capturando la atención de las jóvenes generaciones inglesas.

Paul Yeadon, Granville Marsden y Antony Hodgkinson se cargaban de adrenalina para convertir melodías aparentemente pop en trallazos irresistibles que se disparaban sin tregua. Su primer LP fue representativo de aquellos años, principios de los 90, en los que los grupos de rock regurgitaban himnos con destreza y con arrebato al mismo tiempo.

Y poco más se puede decir de ellos, que eran insultántemente creativos y que melódicamente eran difíciles de superar. Un disco rotundo y redondo, desde el principio hasta los últimos surcos. Elegancia con rabia.